DISTANCIA DE SEGURIDAD

DISTANCIA DE SEGURIDAD

La paradoja de las distancias de seguridad. Existe una paradoja curiosa que no se recoge en la normativa de distancias de seguridad pero que se deduce de la misma. En primer lugar hay que tener en cuenta que siempre hay que decidir dispositivos para eliminar los riesgos. Una de las soluciones más efectivas es la instalación de barreras materiales (resguardos, vallas, etc,…) que impidan físicamente el acceso a la zona de riesgo.

En ocasiones el coste de instalar barreras físicas no es representativo del coste de la adecuación completa, pero en otras ocasiones, debido especialmente al tamaño del equipo sí que supone una parte importante. El diseño del sistema de contención depende del espacio que se disponga alrededor del equipo de trabajo.

La colocación y diseño de la barrera física depende de la distancia a la zona de riesgo y la altura a la cual se encuentre la misma. En este sentido, si el riesgo está suficientemente lejos una valla de 1000 mm se supone adecuada para eliminar el contacto con el riesgo. Por el contrario si la zona de riesgo se encuentra muy próxima es necesario disponer de barreras físicas de incluso 2500 mm.

Esto puede resultar paradójico y alguien puede llegar a pensar que no se elimina el riesgo ya que en el caso de una valla de 1000 mm, ésta puede ser fácilmente franqueable. Realmente esto es cierto pero lo que hay que pensar es en el concepto de ‘voluntariedad’. La persona que franquea dicha valla actúa de la misma manera que otra persona que trampea un micro de seguridad o modifica una maniobra para que no salten las alarmas. Es un concepto meramente de responsabilidad.

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